agradable

qué y por qué

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Filosofía del eros: la verdad es que no logro acertar 100% con el nombre de este engendro bloguístico… Eros, el desatador de miembros, era un dios alegre, volador, inmaduro, incontrolable, capaz de impactar con sus flechas a cualquiera sin importar su condición o rango… un dios igualitario. Los antiguos lo admiraban. Hoy lo erótico es algo como raro, si no cursi, con velitas y gasas rojas. Para qué decir lo porno, asociado al mal gusto y a la violencia. O lo sexual, cuyos expertos se dedican sobre todo a las patologías. Cupido fue para los romanos un niño enredador y feliz, como Eros, en tanto que en nuestros días los niños sexualizados caen de inmediato bajo el ojo de la justicia, el periodismo, los psiquiatras, los médicos, los sexólogos. Sólo Freud los ha entendido un poco. Igual ocurre con los casados, los adolescentes, los ancianos, los tullidos, los solteros, quien sea, todos están obligados  a seguir algún reglamento estricto, no por resguardar a otros de algún daño (eso sí debe regularse), sino por prejuicios, por apocamiento…. O sea que nos han ensuciado el tema, y ya la misma palabra sexo es rara, porque en su raíz está lo de cortar, seccionar, secta, etc., al contrario de Eros, que como divinidad desata miembros y junta lo que estaba separado. Sigo el olor de la rara pureza erótica, que es siempre mezclada y sin límites precisos… Estoy seguro de que hay más discursos posibles de lo que ya existen, por lo general especializados y siempre castigadores, reducidores, mezquinos, incluso cuando lo obligan a uno ahora a mostrar credenciales de salud sexual, de frecuencias sorprendentes y orgasmos fabulosos. Yo busco la naturalidad perdida. Hago lo que puedo porque no soy ninguna maravilla sino otro tonto más que no acaba de entender el barco donde le ha tocado pasar la vida _______dibujo de J. N. Geiger

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